19/11/2025
La secretaria general de Formación Profesional, Esther Monterrubio, destacó hoy el valor estratégico de la educación de personas adultas durante la jornada “Erasmus+ en el sector de la Educación de Personas Adultas: 25 años”, organizada por el Servicio Español para la Internacionalización de la Educación (SEPIE). En una intervención cercana y firme, subrayó que “invertir en la educación de las personas adultas es una política de presente y de futuro”, poniendo de relieve la importancia de impulsar la formación permanente como herramienta esencial para una sociedad que cambia a gran velocidad.
Monterrubio recordó que el Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deportes trabaja con un objetivo claro y ambicioso: lograr que al menos un 60 % de la población adulta participe cada año en actividades de formación antes de 2030, una meta directamente alineada con los compromisos europeos y con la necesidad de reforzar la empleabilidad, la recualificación y el aprendizaje continuo. Esta visión se apoya de manera decisiva en la ley de Formación Profesional aprobada en 2022, que introduce itinerarios más flexibles, adaptados a las circunstancias vitales de cada persona adulta, y mecanismos que permiten el reconocimiento oficial de aprendizajes previos, incluidos aquellos adquiridos en el ámbito laboral, social o mediante experiencia personal. Según señaló, “reconocer lo que una persona ya sabe hacer abre puertas y ofrece verdaderas oportunidades de avance”.
En su discurso, Monterrubio puso en valor la contribución de recursos que ya están consolidados en el sistema educativo español, como Aula Mentor, desarrollada en colaboración con ayuntamientos y entidades locales, que amplía las posibilidades de acceso a la formación mediante cursos flexibles, tutorizados y adaptados a los ritmos de la vida adulta. También destacó la importancia de EPALE, la plataforma europea de aprendizaje para personas adultas, que permite compartir experiencias, acceder a recursos y reforzar la colaboración entre profesionales de toda Europa.
La jornada sirvió además para celebrar los 25 años de Erasmus+ en la educación de personas adultas, un programa que ha demostrado ser un verdadero motor de modernización e innovación. La secretaria general subrayó que las movilidades internacionales, los proyectos de cooperación y el intercambio de buenas prácticas han fortalecido la dimensión europea de la Formación Profesional y han abierto nuevas oportunidades tanto para el alumnado adulto como para los equipos docentes y las instituciones educativas. Afirmó que “las oportunidades de movilidad y cooperación contribuyen a modernizar las instituciones y a reforzar la ciudadanía europea”, destacando el impacto positivo que este programa ha tenido en el impulso de un aprendizaje abierto, inclusivo y conectado con Europa.
Monterrubio insistió en que la educación de personas adultas es una responsabilidad compartida que requiere la implicación conjunta de administraciones, centros educativos, tejido social y entidades locales. Hizo hincapié en la relevancia de llegar a aquellos colectivos con menores niveles de cualificación, para quienes la formación representa una oportunidad real de mejorar sus competencias, progresar profesionalmente o reincorporarse al mercado laboral. En este sentido, recordó que la reciente Declaración de Herning, adoptada en el marco de la Unión Europea, refuerza el compromiso de los Estados miembros con un sistema de formación profesional más sólido, flexible y resiliente.
La secretaria general concluyó afirmando que la educación de personas adultas debe ser entendida como un derecho accesible durante toda la vida. “Aprender no puede ser un privilegio limitado a una etapa, sino una oportunidad continua que acompañe a cada persona en todas sus fases vitales”, señaló. Con este mensaje, Monterrubio quiso transmitir que el futuro de la formación pasa por consolidar un modelo moderno, inclusivo, conectado con Europa y capaz de responder a las necesidades reales de la ciudadanía adulta en un mundo en constante cambio.